Tuesday, February 26, 2008

De noche, la ría

El otro lado empieza a encenderse: farolas, bombillas, neones. En medio está el mar, por donde van los pescadores y los barcos de vela y los cargueros de Marín y las lanchas de los narcos y las familias de medusas, temblando de frío, todas cogiditas de la mano.

Saturday, February 23, 2008

El puchero humano

"Madrid se presenta a los geógrafos como un bubón en la meseta de Castilla. Su diseño no es ilustrado y francés, sino angustiado y ruin, y por eso a los literatos no les cautiva tanto su esqueleto como sus contenidos, lo que Vélez de Guevara llama el puchero humano, un burbujeo que define, a falta de otra singularidad, este antro de insatisfechos.
Para la vista de lince que a la distancia de Vallecas o Pinto traspase la polvareda alzada en la Corte por ciudadanos y carruajes, lo que se cuece en el Madrid de Cervantes, Góngora y Tirso de Molina recuerda una olla con garbanzos. Como ingredientes de esta cazuela, desvelados por los escritores costumbristas, figuran las artesanías. [...]


Vive el madrileño en confrontación verbal permanente. Gracioso con Lope, majo con don Ramón de la Cruz y menestral en zarzuelas y entremeses, pierde con los años el pelo de la dehesa para lucir su condición urbana de curioso parlante con Mesonero Romanos, o burócrata con Larra. [...]
Tres siglos después de aquella metáfora del puchero, la olla continúa hirviendo. Corte y suburbio, autopista y callejuela, buhardilla y corrala, soledad y vecindario sustancian ese caldo."

(Manuel Longares, La ciudad sentida, Madrid, 2007)

Wednesday, February 20, 2008

Mi blandiblú

La flema, sobre todo cuando presenta una textura compacta y viscosa, es como un alien que tienes ahí pegado a la garganta. ¡Qué placer tan inmenso proporciona sacártelo de encima gracias a un estornudo oportuno o a un estratégico golpe de tos!
¡Cuán orgásmico momento ver al extraterrestre verdoso saliendo de tu boca y viajando por los aires como un misil tomahawk! ¡A eso se le llama liberarse! ¡Qué gustazo, dios!
Para que luego digan que la felicidad es un ideal inalcanzable...
Y hablando de cosas agradables (y/o de aliens), ¿a que Sarkozy es clavadito a J. J. Santos? Véase.

Monday, February 18, 2008

La Serenissima

El 18 de febrero de 1953 Ramón Gaya escribía en su Diario: "Toda obra suprema parece estar asomada a una especie de... abismo. Incluso la de Velázquez -tan firme, tan segura, tan... justa- parece estar al borde de algo sin fondo, sin fin, que no acaba, que no concluye".
Hoy, exactamente 55 años después de esta anotación, he podido ver -gracias a la amabilidad de Juan Ballester- el documental La Serenissima, en el que la voz de Gaya nos acompaña por los canales y plazas de Venecia:
-"Venezia es líquida, transparente, di vetro".
-"Las gentes están en las plazas de Venezia como en ninguna otra parte. Suprimida la rueda, el hombre parece recobrar aquí un aplomo que ha perdido, una dignidad que ha perdido. Las personas, con una mezcla de sabiduría y capricho, se distribuyen con gracia por todo el espacio de la Piazza y la Piazzetta; van de un lugar a otro con esa misma solemnidad natural que vemos en las figuras de Carpaccio".
-"Atravesar la Piazza, de noche, con luna -con un poco de niebla iluminada por la luna-; las personas vagando, yéndose fantasmales; el frío, la soledad (mía); todo me produce algo así como una felicidad dolorosa".
-"Amanece con tanta niebla que no veo, al abrir el balcón, no ya la orilla de enfrente, sino las góndolas o las barcazas que pasan por el centro del Canal Grande. Salgo y voy al Florian a tomar un café; San Marcos y el Ducale están maravillosos. Parecen, no algo corpóreo que la niebla lograra borrar en unos instantes, sino algo ideado, pensado, y que empezara, de pronto, a tomar cuerpo, a convertirse en piedra. Siempre, por lo demás, se está aquí en una extraña situación, diríamos, de metamorfosis inminente, acechante. Todo aquí parece estar a punto de volverse otra cosa".
-"La Serenissima no es sólo una ciudad, un lugar, sino una... existencia, y nos hace, armoniosamente, ser personas de esa existencia suya. Porque si a Venezia le damos tiempo puede empujarnos, enseñarnos a ser, a ser nosotros... en ella, desde ella. Nos ofrece una posibilidad del ser y del vivir; nos da como un... sentimiento de vida, de la vida, un sentimiento nuevo, inesperado -o perdido- de vida. Porque Venezia es, ante todo, un espacio, una concavidad; es la palma de una mano -una mano extendida al aire, a la lluvia, a la luz-; es un refugio abierto, expuesto a la intemperie. Nos acoge en su regazo, nos educa, nos madura; y nos regala una forma de estar, del estar, del sentirnos sin apenas movernos, ya que ese punto en donde por casualidad estamos, en donde por casualidad nos encontramos, es como un centro, un centro... suficiente".
(Ramón Gaya, Diario de un pintor, Pre-Textos, 1984)

Al ver las imágenes del documental -tanto las nuevas como las de Super 8 (éstas grabadas por el propio R. G.)- no he podido evitar el asalto de mis recuerdos venecianos del último verano. ¡Cuántos momentos! Por eso, además de recuperar las reflexiones que ya os puse desde las Italias (escritas en el tren Venezia-Roma), me gustaría compartir con vosotros estos tres minivídeos de penosa factura (están grabados con una cámara de fotos):

1) la puesta de sol vista desde La Giudecca (allí sentados, la Esfinge y yo, durante horas, con los pies colgando en el aire), con ese horizonte que enseguida parecería una batalla sangrienta de Turner;

2) el gondolero cantante, como un eco que se va apagando con la distancia, perdiéndose en el dédalo de los canales;

y 3) la triste despedida de la laguna, a medida que me iba alejando de ella; porque, como dice R. G., "irse de Venezia es sólo eso, no puede ser más que eso: irse de Venezia y... basta, es decir, es algo que termina, radicalmente, en ese punto".

Saturday, February 16, 2008

Escenas de matrimonio

Escena de una de mis películas preferidas (Te querré siempre, de Rossellini):

que me recuerda mucho a otra de las mejores escenas de la historia del cine (Los muertos, de John Huston), aunque en este vídeo justo faltan los minutos anteriores en los que la mujer recuerda a su chico enamorado de la adolescencia (en términos muy parecidos a los de la diosa Bergman en la otra película):

Friday, February 15, 2008

Francesca y el horóscopo

A Lara Moreno, que escribe.
Podemos aventurar, así, a bote pronto, que si te llamas Francisca la has cagao. Y si encima la gente tiene la manía de llamarte Paca ya ni te cuento. Te has caído con todo el equipo. Pero si eres italiana y te llamas Francesca (léase Franchesca) y además eres simpática y resultona y tienes una sonrisa profident, pues entonces suena bastante mejor. Hasta mola y todo. Ciao, Francesca, come stai? Sei molto bella, Francesca. Francesca, dov'è la pasta? Ti va di venire, Francesca?
Francesca fue mi profesora de italiano durante dos semanas. Tenía unos 35 años, estaba soltera y era una fanática de la New Age. Yo me la imaginaba de noche en su casa, con las velas y los inciensos y haciendo meditación zen y escuchando música relajante y tirándose pedos sibilinos y bienolorosos. Todo muy oriental.
Cuando te conocía lo primero que te preguntaba, casi antes que tu nombre, era de qué signo del zodiaco eras. Hasta ahí, fácil. Pero cuando acto seguido te preguntaba "¿Y ascendente?", entonces la cosa se complicaba.
-¿Ascendente?
-Sí, ascendente.
-Pues de mi padre y de mi madre, como todo el mundo...
-No. Que de qué signo. Por ejemplo: yo soy Géminis ascendente Libra, y eso significa que blablabla -y te soltaba una retahíla de incoherencias.
-Ahhhh... Pues ni idea. Yo creo que soy huérfano de eso...
Francesca estaba en forma. Debía de hacer taichi, yoga, aerobic y pilates por las tardes. Todo a la vez, o por turnos. Siempre iba con su sonrisa a todas partes. Ya sabéis, ese buen rollismo universal, ese talante de masajear al mundo con la mirada, de mantener las distancias a toda costa para no causar ni sufrir daños, de negar la realidad para que nada nos entristezca... Ante todo, mucha calma. En fin, los chacras y las buenas vibraciones, paz, hermano, paz, lo importante es uno mismo... todo ese egoísmo supino disfrazado de altruismo espiritual y de amor al cosmos.
Un día estábamos hablando en clase de las supersticiones de los distintos países (el gato negro, el espejo que se rompe, pasar debajo de una escalera, etc) y no se me ocurrió otra cosa que decir que a mí todo eso del zodíaco y de los horóscopos también me parecía una superstición pura y dura. A Francesca se le puso la cara lívida. Se quedó callada, como pensativa o indignada. Yo creo que nadie le había dicho nunca algo tan horrible. Y nunca se había parado a pensar que algo así podría ser cierto. No, no podía tener nada que ver una cosa con las otras. No, imposible. Hasta se puso un poco roja. Después de un rato de meditación, me respondió:
-¡Qué dices! Si eso es antiquísimo, si existe desde hace miles y miles de años, desde las culturas más antiguas.
-Claro, como cuando adoraban al Sol Nocturno o hacían sacrificios humanos para festejar a sus dioses...
A partir de entonces ya no me sonreía tanto. El mundo profident tenía telarañas. Me miraba seria. Supongo que le caía mal.
Y a mí, curiosamente, me empezó a caer bien desde ese día, desde que vi que se podía enfadar, que tenía sangre en las venas, que podía tener un mal día y poner mala cara y protestar por esto o molestarse por lo otro y ser un ser humano vivito y coleando, de carne y hueso, no un mero pedrusco espiritual, buenrollista y sonriente.
Al final también conseguí caerle bien. Siempre se paraba a hablar conmigo cuando nos encontrábamos por los pasillos, y me contaba sus cosas y me preguntaba por las mías. Muy maja.
Antes de volverme a España nos despedimos, y me parece que sintió un poquito de pena.

(PD: Parole di burro era una de sus canciones favoritas. Nos la puso varias veces en clase para descifrar la letra y acabamos sacando todo tipo de interpretaciones -a cual más surrealista- sobre su significado. No está mal. Que paséis buen finde).

Thursday, February 14, 2008

Tuesday, February 12, 2008

Links & News

RAMÓN GAYA. Un blog dedicado a sus cuadros, a sus escritos, a sus conferencias... Una exquisita labor de homenaje y divulgación. Descubro allí este fragmento de La Serenissima, corto documental de Gonzalo Ballester. ¡Quiero verlo entero!

R.G. con María Zambrano en la Via Appia

LA ESTACIÓN DEL SUR. El final de una obra inacabada. Sólo nos cabe imaginar esa estación abandonada, el amor de los dos chicos, el paisaje de Carmona, el libro de Robert Louis Stevenson... Por habernos robado todo eso, que se diría inolvidable, habría que colgar del palo mayor a Elías Querejeta.

DESHIELO. Toni Nievas, "misterioso personaje de la cultura chundergrunden palmesana" (como él mismo se define), va colgando en su blog trozos de su primer largometraje. Por cierto, qué gran actor es Xisco, el gordito de barba. Debería triunfar en el cine español.
YO ETC. Martín López-Vega regresa a su blog y algunos vamos a empezar a aprender bable.
*****
PAU GASOL. Éste sí que es una persona normal y un tío inteligente y un deportista valioso, no como el idiota de Fernando Alonso. Lo que está haciendo es muy grande.
CANON. Ellos también pagan su canon. La ceja de ZP.
GUTI. Tiene más enemigos que ningún otro futbolista (empezando por él mismo, que es su peor enemigo). Es un genio incomprendido (ni él mismo se comprende). Llevo años y años defendiéndole contra viento y marea (peinados, tonterías, expulsiones...) y frente a todos (empezando por los propios seguidores del Real Madrid), pero al final la clase y la calidad se imponen. Ha llegado al punto más alto de la madurez artísica: hacer lo imposible con la mayor sencillez.
Daría cualquier cosa por escribir como pasa Guti. Si sus pases fueran frases...

Saturday, February 09, 2008

Paseos por Madrid

"Ya no es fácil en Madrid mirar al cielo. Hay toda una caballería aérea para cocearos la mirada, cuando no es un ángel exterminador el que os apabulla la vista. En verdad, señores arquitectos, están echando ustedes las patas por el aire".

"Y no se contentan ustedes con ángeles voladores y caballos galopantes para rematar los edificios. Ahí echan ustedes también castillos de juguete, linternas mágicas, columnas de rompecabezas, qué sé yo; sólo faltan los aeroplanos de bronce. Parece que han puesto ustedes al aire libre los desvanes de Madrid, donde en cada casa se guardan los trastos. ¿Por qué tales injurias al firmamento? Ofenden ustedes a esas casas madrileñas, las nubes, las maravillosas nubes; y, sobre todo, ofenden ustedes a nuestras miradas pecadoras. En Madrid, la corte celestial tenía ya un ángel caído, el del Retiro; y la caballería aérea, el magnífico caballo que galopa en el aire de la plaza de Oriente".

"Madrid, para el buen madrileño, es una casa de vecindad, con algún agrietado y desolado tiesto en las ventanas. […] No busquéis en mí nada esencial; soy hombre de ciudad, quiero decir, de café y de tranvía; vivo entre cosas movibles y pasajeras; no tengo el eterno espectáculo de los campos, sino la visión vertiginosa y chocante del tráfago del arroyo… Y por este arroyo he de navegar en la vana cáscara de nuez de la anécdota callejera."

(Corpus Barga, Paseos por Madrid, Alianza Editorial, Madrid, 2002)

Friday, February 08, 2008

Viaggio in Italia

El viaje es el lugar de la felicidad.

Thursday, February 07, 2008

La huella indeleble

Hay cosas que pasan. Que le pueden pasar (supongo) a cualquiera. Si es delante de miles de espectadores y queda grabado por la televisión tiene más importancia, sobre todo porque es reproducible, una y otra vez... Y aquel desliz o error de un minuto se estira, como un chicle, hasta el infinito.

Reconozco que me hace gracia, sobre todo el "perfao, por favor" y el "ma me bonita" (y el "no atisbo" también). Pero me entra la duda: ¿está mal reírse? Yo creo que no. Es inevitable en estos casos.

"Lo he lo he perfao, por favor, el decir gracias, porque, es, la, la noch, la mas! me fen, ma me bonita, es la mas exultante de mi vida... bueno no soy, no sé, no sé lo que me pasa, te lo juro que no que no sé no sé lo que me pasa, eeee hay algo que no que no atisbo, de verdad, no sé, yo quisiera decir a vosotros a la profesión maravillosa, yo quería, dejar una huella indeleble, mmm, diciendo gracias, gracias, he pop, he he he parecido..."

Joder, lo que hace la emoción.

Tuesday, February 05, 2008

Un buzón para los ojos

Me sentaba por las tardes en los bancos que rodean el Round Pond y abría mi recién comprado libro de Ian McEwan, titulado Saturday. Lo leía con mucho interés y cierta ansiedad, pues me habían ofrecido la posibilidad de hacer una entrevista al autor, y debía poner todo mi esfuerzo en prepararla lo mejor posible (al final la entrevista -por desgracia- nunca se produciría).
Todos los días el parque se llenaba de mujeres vestidas de negro, unas con pañuelos y otras con sus burkas; éstas sólo dejaban al aire una pequeñísima franja de la cara, como un buzón para los ojos. Curiosamente, iban siempre pintadísimas -rímel, colorete, sombra de ojos, pintalabios-, como auténticas cabareteras. A mí eso me extrañaba mucho.

(Aquí, "posando" para mi cámara)

Algunas iban acompañadas de sus hijos, que jugaban al balón y daban de comer pan a los cisnes del lago. No sé si sería por la falta de costumbre (o porque mi sentido del multiculturalismo termina donde empiezan los derechos humanos), pero a mí la visión de aquellas mujeres del burka -que estaban como secuestradas, metidas en una cárcel, condenadas a no ser vistas- me producía una incomodidad muy grande. Quizás la palabra exacta sea desazón, desasosiego. Y un poquito de indignación también, la verdad. Solía ver muchas también en Oxford Street, saliendo de las tiendas caras con mil bolsas en la mano y entrando en cochazos con chófer. Eran como manchas andantes que oscurecían la ciudad con su luto de muertas. Me daban mal rollo, vamos, y hasta un poco de miedo.

(Londres, Kensington Gardens, verano 2006)
Sirva esta última foto como metáfora del desasosiego fruto del 11-S, como el que siente el neurocirujano Henry Perowne en la novela de Ian McEwan.

Monday, February 04, 2008

Un Madrid futurista

"Frente a mi ventana se alzaba la siniestra pirámide de Chopeitia Genomics, el edificio más alto de Europa y el mejor protegido del hemisferio.
Acodado en el alféizar, veía los veleros amarrados en el puerto y el transbordador de bicicletas que unía Génova con Goya. El Canal Castellana atravesaba la ciudad de norte a sur y ya se había convertido en la principal vía de comunicación entre el centro y el resto de la península. También era un lugar apropiado para depositar a los sabihondos, los entrometidos, los deudores y los bocazas, todos con sus correspondientes zapatos de cemento. La policía lo dragaba cada pocos meses, lo que resolvía aproximadamente la mitad de los casos de desapariciones que teníamos pendientes.
´

Aguas arriba se encontraban los puertos deportivos de los chalets de los Recintos: Aravaca, Pozuelo, Puerta de Hierro: viviendas blindadas y jardines con estanque, como la de Cristina y el vil valenciano, donde estaba mi hija.
Hacia el sur la ciudad latía como una herida infectada. Casi podía sentir la inflamación, la fiebre y el olor a pus, dulce y deletéreo, brutal y embriagador como el de las orquídeas o el de la carne que se descompone.
Los días claros columbraba el muelle de carga de Puerto Atocha, las esqueléticas grúas y la sombra de la alambrada del primer Precinto, donde los adictos esperaban la muerte y trataban de entrar en calor quemando neumáticos.
Daban verdaderas ganas de beber: no digo más."

Rafael Reig, Sangre a borbotones, Madrid, 2002.

Sunday, February 03, 2008

Friday, February 01, 2008

"El regreso" (Alberto Manguel)

Cogí este libro en la biblioteca el otro día y me lo leí del tirón. En eso ayudan el estilo del autor y que sólo tenga 91 páginas con letra grande y muchas líneas en blanco. Es más un relato largo que una novela corta. Me gustó.
Buscando la foto de cubierta para ilustrar este post, me encuentro con este comentario de un lector indignado, con fecha de 18-01-2008: "Una bazofia. Me pareció realmente malo. Los diálogos son forzados, artificiales... Y es sumamente borgeano, cosa que resta puntos antes de empezar. Por momentos Manguel se quiere hacer el Soriano y no le sale. Los personajes desfilan por las 72 páginas del libro (tapa dura, ¡$32!) con una artificialidad notable. El yo principal, Fabris, es un Dante que recorre el Infierno sin ningún Virgilio que lo guíe. Por eso su desconcierto permanente. Pareciera también una obra de teatro griega new age. 2 puntos."
Imagino que este lector indignado es argentino, y por lo que veo allí no hincharon tanto la edición con espacios vacíos (20 páginas menos que aquí). No sé a cuánto equivalen exactamente los 32 dólares en euros, pero sí parece caro, sí. Lo que yo creo es que este lector tendría que haber cogido el libro en la biblioteca, como yo, y seguro que no le habría parecido tan malo. Lo coges, lo lees del tirón y lo devuelves... habiendo pasado un buen rato. Este señor está indignado más que nada por el dinero que le ha costado, creo yo, no por la calidad del libro. Y cada vez que lo vea en la estantería de su salón le escocerán las entretelas del bolsillo, que es un apéndice muy raro que también tiene su orgullo.
En cuanto a la influencia de Borges, pues supongo que sí (cualquiera que conozca algo de Manguel sabe que es un gran lector, experto y fan de Borges), pero yo sobre todo he visto en este relato la atmósfera de las pesadillas kafkianas (esa realidad absurda, pero real) y un poco también la de los sueños quevedescos (con ese punto de alegoría).
Como digo, es un libro que se lee con placer, con gusto, que ya es bastante. Agradezco que Manguel no haya querido disfrazar su historieta de otra cosa. Ya sabéis que los géneros me dan igual, pero ante la confusión reinante también le gusta saber a uno qué es lo que va a leer: Manguel es sobre todo un gran ensayista literario, sabe muchísimo de libros y literatura, pero cuando se pone a escribir ficción -como en este caso- no nos hace un mejunje facilón lleno de referencias metaliterarias, como nuestro amigo V-M, sino que se atiene a contarnos una historieta de ficción pura y dura, sin más. Sin disfraces eruditos para ocultar la falta de imaginación. Sin trampa ni cartón. (Otra cosa es que el contenido "alegórico" haga referencia evidente a una situación política real: los crímenes de la dictadura argentina).
Eso es arriegarse, eso es ser honesto, eso es literatura. No digo que sea una obra maestra inmortal que vaya a pasar a los anales de blablabla, pero a mí me ha gustado mucho.
En fin, que os lo recomiendo. 8 puntos.