Tuesday, July 31, 2007

Ámsterdam

El viaje empezó con suspense. Un poco más y me quedo en tierra. De camino al aeropuerto me doy cuenta de que me habían caducado el DNI y el pasaporte ¡cinco días antes! (los dos a la vez). Qué desastre... Nunca estoy pendiente de esas cosas. Entonces te das cuenta de que en el fondo eres un simple número y de que tienes fecha de caducidad como los yogures.
Tranquilidad. Me dicen en la comisaría de la T-4 que no pasa nada: que en Europa los pasaportes sirven durante cinco años más después de haber caducado (suena absurdo, pero es así). Prueba superada.


El tópico dice que Ámsterdam es la ciudad de los canales, las bicis, las flores, los cuadros de Rembrandt, Vermeer y Van Gogh, los coffee-shops y las putas del Barrio Rojo. Puedo decir que el tópico se confirma. Vayamos por partes:
1) Canales y puentes: muy bonitos, tanto de día como de noche (ver fotos). Dimos un paseo de una hora en barco recorriendo los canales: te enseñan la casa de Anna Frank, los barcos de los hippies trasnochados, el museo naval, la pagoda china, etcétera, y te cuentan algunas historias de la ciudad. Por lo visto, el Amstel es el único río natural; los demás son producto de la ingeniería.
2) Bicis: hay que tener cuidado, porque es fácil que te atropellen. Van a toda leche, no respetan los pasos de cebra, sortean coches y tranvías; unos llevan timbre y otros timbrean con la boca ("rriiiiiinnngg, rriiiiiinnngg"). Pueden aparecer por los cuatro puntos cardinales.
3) Flores: más que verse por las calles (yo me imaginaba una ciudad llena de flores), se venden en las tiendas. En el Blumenmarket compré una bolsa de bulbos de tulipán variados, de distintos colores (si queréis alguno, decídmelo antes de que los plante y los mate; vienen 25).
4) Pintura: estuvimos en el Rijksmuseum, en el museo de Van Gogh y en la casa de Rembrandt. (Otro día hablaré sobre esto).
5) Coffee-shops: en las barras tienen un menú de porros a la carta. Son los únicos lugares donde hay internet y donde no se puede vender ni gota de alcohol (ni una mísera cerveza). Eso sí, después ves por las calles una especie de bar-autobús-tándem en el que pedalean diez ingleses o alemanes bebiendo cerveza y cantando. Ciudad de contrastes.
6) Las prostitutas de los escaparates: es inevitable dar un paseo por el famoso Barrio Rojo, ese paraíso de "puteros y drogatas". El sábado por la noche fuimos por allí. Estaba llenísimo. Daba nosequé ver a las chicas que exhibían sus cuerpos en los escaparates; se contoneaban un poco, como si bailasen en voz baja, poniendo caras sensuales. Muchas no sabías si eran tías altas y fuertes o travestis (yo creo que más de un cliente ha debido de llevarse una sorpresa...).


Una cosa que me ha llamado la atención es que las casas están torcidas: unas por los lados, otras hacia delante, otras hacia atrás, hacia arriba, hacia abajo... Mi teoría -no muy científica- es que los arquitectos estaban fumaos cuando las proyectaron. Después los inquilinos pusieron en los tejados unos ganchos, para colgar a los arquitectos por el cuello. La ciudad se llenó de ahorcados...
Un fallo (relativo): no conseguimos tomarnos ni un arenque.
PD: Para más información, véanse fotos en Flickr.

Wednesday, July 25, 2007

A.N.G.S.T

Un ojo brilla en la sombra: su nombre es Miedo.

Monday, July 23, 2007

Memoria visual

Dicen que antes de morirte presencias tu vida en una secuencia rápida de imágenes. Me temo que yo voy a ver esto:

Saturday, July 21, 2007

Un memis de esos

Me pide Juanjo de Efímera.org (blog elegante donde los haya) que os cuente 8 cosas que previsiblemente no sepáis de mí. Pues, a ver, a bote pronto se me ocurren estas tonterías:
1. De pequeño odiaba ir a mis fiestas de cumpleaños.
2. Cuando tenía dos años se me cayó una mesa plegable en la cabeza, y de recuerdo tengo una pequeña cicatriz en la sien derecha.
3. Me dan mucha tristeza los locos.
4. En la casa de Beethoven, en Bonn, con 19 años, casi me mareo del hambre que tenía (los más peliculeros dirían que tuve una experiencia mística, pero no: era simple debilidad).
5. En verano me alimentaría sólo a base de gazpacho y melón con jamón.
6. Ayer fui por primera vez en mi vida a la ópera, al Teatro Real (vimos Madame Butterfly).
7. Mi tercer apellido es Feijoo (todo apunta a que tengo algo que ver con el famoso cura ilustrado y antisupersticioso del Teatro Crítico Universal, pero no lo sabemos seguro).
8. En un folio guardo una escueta dedicatoria firmada por el gran Zinedine Zidane.
Le paso la bola a Lene, Lara y Narrow (si les apetece, claro).

Friday, July 20, 2007

El mar

Ya queda menos para volver a ver este mar. Lo guarda uno en la memoria todo el invierno. Desde aquí -desde el interior- el mar se recuerda siempre azul, brillante, luminoso. No pierde su color, su vida, su luz rabiosa de pintor impresionista. El mar siempre es Sorolla, incluso aunque haya niebla.
Parece mentira: hemos sobrevivido otro año. Ya queda menos...

(Galicia, verano de 2006)

Friday, July 06, 2007

Villa Médici

Pongámonos en una tesitura absurda: de la memoria de la humanidad van a ser borrados todos los cuadros de la historia de la pintura. Sólo te dejan salvar uno. Uno solo. Tienes que elegir. ¿Cuál salvarías?
Yo creo que me quedaría con una de las dos vistas de Villa Médici pintadas por Velázquez (la primera que pongo aquí abajo, la de la tarde), y no me preguntéis por qué. Desde que era pequeño algo me ha atraído de ese cuadro, algo misterioso, intangible e inefable, algo que representa el todo. Creo que ahí está el secreto de todo. Todo está ahí, en la mirada del hombre que se asoma apoyado en la balaustrada.
No os podéis imaginar la emoción que sentí cuando estuvimos paseando por allí el pasado 4 de marzo al mediodía (la hora del segundo cuadro).



Wednesday, July 04, 2007

Entrada número 200

Para celebrarlo, este vídeo, que no me canso de ver:

Monday, July 02, 2007

León, el mendigo de Alcalá

Estaba releyendo Viaje a la Alcarria en busca de citas para mi modesto homenaje a Cela (próximamente en el Círculo Solana, no os lo perdáis), cuando me encontré con este pasaje que me recordó mucho a una escena que ya os conté:
Por el andén pasa un mendigo barbudo recogiendo colillas. Se llama León y lleva unas alpargatas de color azul celeste. Un hombre le dice: "Ven León, que te tengo mucho cariño. ¿Quieres un pitillo?" Cuando León se le acerca, le da una bofetada que suena como un trallazo. Todos se ríen mientras León, que no ha dicho ni una palabra y que lleva los ojos llenos de lágrimas, como un niño, se marcha silencioso, mirando para el suelo, agachándose de trecho en trecho para recoger una colilla. Desde el final del andén, León vuele la cabeza. En sus ojos no hay ni cariño ni odio; parecen los ojos de un ciervo disecado, de un buey viejo y sin ilusión. Va sangrando por la nariz.
Después de estas cosas no sé qué decir. Lo mejor de todo, quizá, será el silencio (aunque apetecería coger al gracioso y darle una buena hostia, ¿a que sí?).

El Cela más desconocido: el de la mirada humana, compasiva, tierna, dolorida, sentimental...

Sunday, July 01, 2007